domingo, 14 de febrero de 2010

La erosión antrópica

Entre los agentes de erosión capaces de modelar relieve se encuentra el ser humano, con una importancia mayor de lo que parece.
Hoy en día la erosión antrópica aparece lo suficientemente generalizada como para tenerla en cuenta, y es relativamente independiente del clima, por lo que se ha de estudiar a parte.
La acción humana se muestra en la ablación de todo tipo de rocas, sobre todo las que tienen un aprovechamiento económico. Las canteras de todo el mundo crean paisajes espectaculares. Probablemente el más antiguo de ellos es el paisaje de las minas de oro romanas de Las Médulas, aunque las canteras de hoy en día superan con mucho su extensión. Frecuentemente la zapa modifica el sentido de la arroyada cercenando la cabecera de los arroyos que alimentan a los ríos.


El cultivo sistemático de la tierra empobrece los suelos y reduce la vegetación, por lo que se aceleran los procesos de dinámica de vertientes, hasta formar cárcavas con crestas más a menos agudas. Aún hoy en día no es difícil ver laderas roturadas en la dirección de la pendiente, con lo que se incrementa la eficacia de la arroyada. Esto no sólo afecta a la ladera, que pierde el suelo, sino también al piedemonte que se ve invadido por materiales que modifican su estructura y pueden cambiar el sentido de la arroyada.
La erosión antrópica se manifiesta, principalmente, en el desencadenamiento de movimientos masivos en las vertientes. Se crean, así, grietas de despegue, nichos de solifluxión y planos de deslizamiento. La erosión laminar producida por la arroyada difusa trunca los suelos de cultivo. La erosión de los suelos es, con mucho, donde más han influido las sociedades humanas, aunque quizás no es lo más espectacular. Consta de una fase de preparación en la que se modifica la estructura del suelo por el exceso de cultivo, una fase de ablación en la que se desarrollan los procesos mecánicos de transporte de los materiales y una fase de crisis del sistema en el que se pierde el suelo y comienza en abarrancamiento de la roca madre



Pero también hay que tener en cuenta los obstáculos que ponen las sociedades humanas al desarrollo de la erosión. Son típicos, en las regiones de montaña, las terrazas de cultivo, que escalonan la ladera dificultando la arroyada. La construcción de pantanos en los cursos altos y medios de los ríos, donde el transporte de derrubios es más importante, atrapa la carga río evitando que llegue a la desembocadura, que sufre procesos de ablación.

También tienen su importancia los procesos de acumulación. Se acumulan áridos sacados de las minas y las canteras, normalmente en depresiones, que al ser colmatadas pierden su función y obligan a la arroyada a buscar otro camino por el que evacuarse.

También tienen su importancia los procesos de acumulación. Se acumulan áridos sacados de las minas y las canteras, normalmente en depresiones, que al ser colmatadas pierden su función y obligan a la arroyada a buscar otro camino por el que evacuarse. Incluso terminan por formar un relieve en el que se desencadenan los procesos de dinámica de vertientes propios de un medio muy deleznable. Estos materiales aumentan en exceso la carga del flujo de agua, provocando una mayor acumulación de derrubios en el lecho que pueden llegar a elevar el lecho menor, y a obstruirlo, con lo que el río se ve obligado a construir otro lecho.
Al intervenir sobre un sistema las consecuencias no se reducen a un solo elemento, sino que afecta a todos los que dependen de él, por lo que no se trata de una simple intensificación sino de la modificación profunda de la estructura de las combinaciones del sistema morfogenético.

Las crisis morfogenéticas suceden, normalmente, en períodos de tiempo geológico, pero las provocadas por las sociedades humanas son muy rápidas, que a menudo se presentan en forma catastrófica. Las crisis comprometen la buena marcha de la economía que, a la postre, es la que sustenta intervención en el medio.

Álbun de fotos de erosión antrópica

erosion antrópica